Opinión de TFA 18.1007.01 - Termómetro de Galileo

Poseía 1 en el hogar y me di cuenta que denominaba bastante la atención a las visitas lo he comprada como un regalo para una ser que no sabía bastante y fué un triunfo porque no es precisamente un objeto de acicalamiento inútil y lúcida siempre la curiosidad

Como ornamentación desde luego te hace un apaño, pues queda bien en cualquier lugar. Es muy atractivo. Como medidor obviamente no es lo verdaderamente preciso de todo el mundo, está fallando entre 1 y dos grados habitualmente, pero yo pienso que los que adquirimos esto no lo realizamos para tener unos dimenciones precisos de temperatura. Para aquello se compra 1 uno parado meteorológica. Por el momento así, es un gran indicador del temperatura interior, y es muy sensible al vuelco de el mismo. Dentro de una oportunidad lo hemos visto subir 6-8 grados con la chimenea encendida.

Es elegante termómetro que sirve como aviso frecuente de la temperatura interior con un rango de 18 a veintiocho grados centígrados. No es preciso, si lo que se está buscando es precisión. Mide unos cuarenta centímetros de alto y las bolitas son de colores lo que permite la lectura de la temperatura desde lejos.
Me llegó con la luna rayada, sugiero un mejor estuche.

Realmente bonito y queda genial, mide muy bien la sensación térmica, pero no le puedes solicitar la precisión de 1 digital, pero es mucho más original y decorativo.

Es un regalito curioso y funciona. Desafortunadamente lo publicaron los gatos y se rompió en 1.000 pedazos. El fluido interior es graso.

Es mas decorativo que concreto, pero en el despacho queda muy altanero y se acabaron las discusiones sobre si hace fresco o fuego en el oficina. Con 2 grados de término de fallo no es que sea necesario pero si marca la pauta y los cambios. El empaquetado perfecto, muy protegido tanto el del transporte como el del mismo producto.