Estaba haciendo tiempo que pretendía estudiar a Soldado ...
Estaba haciendo tiempo que pretendía estudiar a Soldado Gómez-Juramentado. No sé por qué razón no lo he acontecimiento antes pues sabía que me iba a enamorar. Son numerosos las opiniones positivas que está teniendo y he de comunicar que no me extraño nada. Además de que su relación es deliciosa, también entiende cautivar al lector con su manera de contar lo que sucede. Es un autor que vale la pena continuar porque hace que te metas en la novela sin que te otorgues cuenta y que formes parte de la intriga que está creando, de igual manera que, aunque parece un tópico, no puedes detener de analizar.
En "El Paciente" nos cuenta cómo un prestigioso neurocirujano, el doctor Evans, debe afrontar a un enorme problema. Si su próximo paciente, ni más ni menos que la presidenta de los EEUU, está saliendo con vida de la quirofano, no va a volver a ver con vida a su hija. Una demente de encargará de ello.
A partir de esa instante todo es una locura. Tiene poquito bastante más de sesenta horas para conseguir evitarlo, tanto la muerte de la Presidenta como la de la niña, pero su oponente, el hombre White, tiene todo perfectamente previsto y no se lo pondrá nada simple.
Luego me oiga que publicó otro volumen, de calidad primero un cuento breve diplomado "La existencia segrega de la Noble White", que seguro que leeré pues me ha debilitado la personalidad de ese sujeto. Tiene mucho que averiguar.
Es impresionante cómo conduce la historia y como logra sostener la intriga hasta el conclusión. El metro es loco, las sensaciones aumentan página tras página y te olvidas del tiempo, de todo lo que pasa alrededor y solo deseas conocer de qué forma va a concluir, porque lo necesitarás. Es sorprendente lo que logra el autor y de qué forma lo hace. Solo puedo aconsejar que lo leáis porque estoy fiable que les gustará tanto como a mí. No quiero descubrir más sobre el argumento, lo destacado es analizar el libro y apartar llevar por él. Te sostiene en tensión arterial pero amerita la pena.